Ayer vino Teresa Meana, una filóloga y activista feminista a
darnos una charla de concienciación para hacer un uso no sexista de la
lengua. La charla fue muy enriquecedora
pues nos hizo ver, por lo menos a mí, que la lengua es un gran obstáculo para
la igualdad entre hombres y mujeres. Además me hizo ver que la lengua tiene
mucha más importancia de la que pensamos, pues a través de la lengua lo
aprendemos todo y en la lengua se refleja el sexismo y el androcentrismo.
Una de las cosas que más me sorprendió de lo que comentó en
la charla fueron las palabras que sacó del diccionario, el cual a día de hoy
estoy totalmente segura que no refleja la lengua y además contribuye a esa
desigualdad entre hombre y mujer, pongo algunos ejemplos para que los internautas
me entendáis. En algunos diccionarios la palabra sombrero aparece de la siguiente manera:
Acepción 1: Prenda de vestir para el hombre que cubre
la cabeza.
Acepción2: Adorno con el que las mujeres se cubren la
cabeza.
Por lo visto los hombres se visten y las mujeres se adornan,
es triste ver esto reflejado pues parece ser que para los que editaron este
diccionario las mujeres y los hombres no son iguales puesto que hacen
distinción. Otro ejemplo es la palabra hombre y mujer, Teresa nos contó que encontró
para sus clases un diccionario en el cual ponía en la primera página que había
intentado quitar toda la contaminación ideológica que tiene la lengua. Bueno
pues al buscar la palabra hombre
salía lo siguiente: Individuo de la especia humana, adulto y al buscar mujer salía: persona del sexo femenino,
la que dejó de ser niña. Por lo visto la mujer nunca llega a ser adulta, ni es
un individuo de la especie humana. Puede ser, que hasta el día de ayer no
estaba concienciada realmente de la importancia que esto tenía pero conforme
Tersa iba hablando me iba dando cuenta más y más. Una de las palabras que fue
definitiva para que me diera cuenta fue ciudadanos
se supone que esta palabra la hemos tomado siempre como un masculino
genérico, pero no es así pues en algunos escritos la palabra ciudadanos solo
comprendía a los hombres, así pues ciudadanos era u masculino genérico cuando convenía.
Y este es el problema realmente, que cuando conviene el masculino engloba a
todo el mundo y cuando no solo a los varones.
Durante toda la charla me fui dando cuenta más y más que la
lengua invisibiliza a las mujeres, pues si siempre oímos el masculino no hay
femenino en nuestra cabeza, pues hay que comprender que las palabras iluminan
la realidad, que son mágicas por el efecto que producen en nuestra mente, y que
no son las palabras el verdadero problema si no la sociedad. Pues la lengua
cambia y evoluciona para designar objetos que antes no existían y ahora sí, así
pues podría cambiar para que la mujer no estuviera invisibilizada y no sería
nada raro pues las palabras las inventamos nosotros y si a alguna palabra le
pareciera raro a alguien por cambiarla para que la mujer tuviera presencia,
alomejor es él el raro.
En definitiva, este progreso de cambio hace muchos años que
empezó, por ejemplo con el voto femenino, las profesiones a las que las mujeres
no podían acceder…Y todo eso cambió así que prefiero pensar que luchando por
ello algún día la lengua y por tanto la sociedad dejará de invisibilizarnos.