La primera toma de contacto
El pasado 14 de septiembre comenzaron las clases y con ellas
una nueva etapa para todos y cada uno de nosotros.
El primer día fue un tanto extraño dado que todos éramos
desconocidos, no conocíamos a los profesores e incluso alguno de nosotros ni
siquiera conocía el instituto. Pero todo eso cambio cuando subimos por primera
vez al aula 21, nuestra aula, vimos por primera vez a nuestro tutor, Carles
Monclús pero eso no fue todo, además también era nuestro profesor de AGC.
Lo primero que hicimos fue una breve introducción de lo que
sería el curso y varias dinámicas de presentación para así poder ir
conociéndonos poco a poco.
Al día siguiente nos explicó los contenidos de su asignatura,
la manera de evaluar e incluso nos comentó que sus clases iban a estar
divididas en dos bloques, por un lado se encontraban las clases de teoría y por
otro el teatro, que es fundamental para nuestro futuro como animadores, dado
que poco a poco tenemos que ir dejando atrás nuestros miedos e ir mostrado
nuestro lado más divertido.
Después de una semana de clase llego el
día de ver de qué pasta estábamos hechos, de dejar nuestra timidez a un lado y
sacar el actor que llevábamos dentro.
Comenzamos con un par de ejercicios de reconocimiento
del espacio dado que sería allí donde realizaríamos nuestras clases habituales
de teatro cada miércoles hasta finalizar el curso. De manera que comenzamos a
caminar alrededor del salón de actos mientras Carles nos daba las instrucciones
sobre lo que teníamos que ir haciendo, el primer ejercicio fue decir nuestros
nombres sin que ninguno compañero lo dijese al mismo tiempo en el que tu lo
estabas diciendo, en ese caso se volvería a empezar de nuevo. Dado que no salió
muy bien decidimos hacerlo con números ya que resultaba una tarea más sencilla
pese a que las normas continuaban siendo las mismas. Una vez conseguido
decidimos probar esta vez con nuestros nombres, tarea un tanto más compleja
pero asombrosamente lo conseguimos J.
Otro de los juegos que tampoco obtuvo mucho éxito fue
el telegrama dado que el mensaje (los apretones de mano) terminaban viéndose
desde cualquier ángulo por lo que se decidió pasar a otro juego. Tras dos
fracasos consecutivos Carles decidió pasar a otra actividad un tanto más
sencilla. Nos colocamos en círculo y por orden teníamos que dar un paso al
frente, decir nuestro nombre y algo que nos gustase acompañado de un sonido,
una vez terminamos la ronda, la misma persona que había comenzado la actividad
tenía que dar un paso al frente y a continuación el resto de compañeros debía
de hacer lo mismo, decir su nombre hacer el gesto y decir lo que le gustaba así
hasta llegar al último miembro del círculo.
Para finalizar la clase la semana pasada
Carles nos mandó como deberes elegir un objeto, cualquier cosa que para
nosotros representase la cultura con el único fin de explicar al resto de
compañeros, porque lo habíamos elegido, cada uno eligió un concepto de cultura
diferente, centrándose más en la cultura literaria, música, gastronómica…
Nuestra primera clase de cultura
El jueves 17 Carles nos entregó unas
fotocopias que explicaban el concepto de cultura en los diferentes ámbitos,
desde la cultura humanista hasta el enfoque sociológico de la cultura, lo que
nos permitió conocer un poco acerca de Ezequiel Ander-Egg.
También conocimos distintas canciones
que hablaban de la cultura como la de Pastora Soler
titulada Cultura.
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